El SEO, críptico acrónimo muy
utilizado en la red, como si diese más categoría a los técnicos
especializados en esta nueva disciplina de la información utilizar
estos vocablos que no entienden los usuarios normales en vez de su
definición en español, no es más que la aplicación de una serie
de ajustes en los sitios webs para que los motores de búsqueda
puedan encontrar más fácilmente sus contenidos e “interpretarlos”,
es decir, categorizarlos de tal forma que sean mostrados enlaces a
estas webs a los usuarios cuando estos buscan información en los
buscadores de Internet empleando una serie de palabras clave.
Y la realidad de Internet es que,
aunque hablamos de motores de búsqueda en genérico, y de vez en
cuando aparecen buscadores que destacan por la introducción de algún
aspecto novedoso (el respeto del anonimato en la web, la
especialización en un segmento de información, o en una determinada
región geográfica, etc) lo cierto es que el buscador por excelencia
es Google, y todo hay que decirlo, por méritos propios. Así que en
un porcentaje altísimo de casos, cuando hablamos de SEO, deberíamos
hablar de GSEO (Google Search Engine Optimization).
El propio Google, para facilitar a los
creadores de contenidos que éstos estén optimizados para que su
buscador encuentre sus creaciones y las procese adecuadamente, y
dicho sea de paso, para que los propios creadores del contenido
trabajen un poco para él, y conseguir que su motor de búsqueda (y
no el de los demás) sea el que mejor procese estos contenidos, y así
ofrezca resultados de mayor calidad a los usuarios del buscador, ha
publicado una guía de optimización para motores de búsquedas para
principiantes.
En este libro electrónico gratuito, titulado “Optimizacion para motores de búsqueda – Guía para principiantes”, y accesible desde este enlace: http://static.googleusercontent.com/external_content/untrusted_dlcp/www.google.es/es/es/webmasters/docs/guia_optimizacion_motores_busqueda.pdf
la propia Google hace una
definición del concepto de SEO:
“La optimización para motores de búsqueda consiste a menudo en pequeñas modificaciones de partes concretas de tu sitio web. Cuando estas modificaciones se consideran de manera individual, pueden percibirse como mejoras, pero cuando se combinan con otras optimizaciones, podrían causar un gran impacto en la experiencia del usuario y en el rendimiento del sitio en los resultados de búsqueda orgánicos.”
Y en un mundo ideal, en el que los
productores de contenidos lo hacen pensando únicamente en este
contenido, y en los destinatarios de los mismos, el proceso de
creación y descubrimiento más lógico sería que los productores
crean contenidos, a lo sumando teniendo en cuenta algunos principios
básicos para facilitar su trabajo a los motores de búsqueda, pues
es natural que todo creador aspire llegar al mayor público posible,
y los motores de búsqueda aprenden a categorizarlos, de tal forma que
dirijan a los usuarios que buscan información a los mejores
contenidos en función de sus intereses.
Pero como
vivimos en una sociedad que tiende a la especulación, en la que por
ejemplo la economía financiera, de la inversión en futuros, cortos
y largos, multiplica por cinco la economía productiva, los SEO han
estudiado técnicas que, a partir del conocimiento de cómo funcionan
los robots de los motores de búsqueda que indexan y categorizan el
contenido de la web, permitan que páginas o recursos con contenido
menos relevante para los “consumidores humanos”, sean
interpretadas por los motores de búsquedas como más relevantes que
otros recursos que si tienen ese interés.
Este fenómeno ha derivado
en que Internet se ha ido llenando poco a poco de “basura espacial”
(símil que me parece muy ilustrativo del fenómeno, al igual que
todos los satélites ya no operativos que se encuentran orbitando el
planeta Tierra), con gran número de contenidos irrelevantes, o
plagiados, y que han ido adelantando en los primeros lugares de
resultados del Buscador a los contenidos originales o de gran
relevancia para sus usuarios humanos.
Para definir estos lugares se
ha introducido un nuevo término: “splog”: "blog
creado con el único fin de promocionar sitios
web afiliados, mejorar la posición de los mismos ante los
buscadores, para
publicar únicamente avisos publicitarios que pagan por cantidad de
visitantes. El contenido de estos blogs es generalmente texto escrito
específicamente para obtener mayores ganancias con AdSense
o también textos copiados desde otros sitios web. Los splogs se han
convertido en un problema mayor en los servicios de alojamiento
gratuito de blogs, como el servicio Blogger
de Google. Se
estima que allí, tres de cada cinco blogs son en realidad splogs.[1]
Estos blogs falsos desperdician espacio en los discos
duros y ancho
de banda así como también contaminan los resultados de los
buscadores en Internet,
perjudicando especialmente a los buscadores especializados en blogs".
Logo del proyecto "Splog Project" (http://splogproject.com/) para combatir el Splog.
El buscador de Google utiliza el algoritmo PageRank,
que es muy vulnerable al abuso de enlaces para asociar un término
con un sitio web,e specialmente cuando estos aparecen en sitios con un
indice de PageRank alto. Los splogs pueden convertirse en un
obstáculo para las personas que buscan información en los blogs. A
veces, los splogs escogen un nombre similar al de un blog de buena
reputación para confundir al visitante casual.
El extremo de esta práctica sería el
concepto conocido como “Google bombs” (una traducción libre
sería “atentados en Google”, que a mi me gusta más que la
literal “Bombas Google”), por el que unos “terroristas del
buscador”, haciendo uso de las técnicas SEO comentadas con
anterioridad, pueden hacer que determinados sitios web o contenidos
digitales aparezcan como los más relevantes en búsquedas que usan
palabras clave cuya asociación con la empresa u organización que
publica este contenido pueda generar una degradación de su imagen
pública.
Así, navegando un poco por la red podemos encontrar
célebres “atentados en Google” (enlace:
http://www.searchenginepeople.com/blog/incredible-google-bombs.html
) como la asociación de enfermedades venéreas al fenómeno fan
Justin Biever, la aparición de la web de Microsoft como primer
resultado de la búsqueda “more evil than Satan”, o la asociación
de términos de búsqueda de connotaciones muy peyorativas (ruina,
fracaso, mentiroso, etc) a las figuras de presidentes del gobierno de
grandes naciones como Sarkozy, Blair o George W. Bush.
Google Bomb que asoció la palabra clave "liar" (mentiroso) a la biografía del ex-primer ministro británico Tony Blair.
Caso de Google Bomb similar al anterior. En este caso la palabra clave fue "failure" y el afectado George W. Bush.
Y puesto que Google no se puede
permitir este fenómeno, que haría que su buscador dejase de tener
utilidad como localizador de la información de calidad que
justamente está buscando el usuario, con todo lo que eso
conllevaría, en pérdida de cuota de usuarios, a los que monitorizar
sus hábitos de consumo a través de cookies, y a los que mostrar
continuamente publicidad segmentada en función de estos hábitos, el
gigante de Internet está continuamente optimizando y mejorando los
algoritmos de sus robots de indexación y categorización de
contenido, lo que hace que, de todas las innumerables prácticas y
recetas que recomiendan los expertos en SEO, de las que está la web
llena, solo unas pocas, las prácticas más razonables, y que en mi
opinión están relacionadas con facilitar el trabajo del buscador, e
incluso también del propio consumidor humano de los contenidos
creados, siguen siendo de utilidad, mientras que aquellas que
“tratan de engañar al buscador”, haciendo parecer relevante un
contenido que realmente no lo es, son rápidamente inocuas, pudiendo
incluso llegar a provocar el efecto contrario: que el buscador
penalice estos lugares web que hacen uso de estas técnicas.
De todas las innumerables prácticas y recetas que recomiendan los expertos en SEO, de las que está la web llena, solo unas pocas, las prácticas más razonables, y que en mi opinión están relacionadas con facilitar el trabajo del buscador, e incluso también del propio consumidor humano de los contenidos creados, siguen siendo de utilidad, mientras que aquellas que “tratan de engañar al buscador”, haciendo parecer relevante un contenido que realmente no lo es, son rápidamente inocuas, pudiendo incluso llegar a provocar el efecto contrario: que el buscador penalice estos lugares web que hacen uso de estas técnicas.
Sin duda, aquellos
que han hecho de su actividad profesional el posicionamiento de
páginas web en buscadores podrán tildar de radical esta afirmación,
y podrán demostrarme con numerosos ejemplos de su trabajo diario
cómo aplicando recetas y trucos, bien de cosecha propia bien
procedentes de otras fuentes, y que rápidamente se propagan por el
propio carácter viral de las redes de intereses comunes, han
conseguido posicionar en los primeros lugares de los resultados de
búsqueda y para una serie de palabras clave una web que, por la
relevancia de su contenido en principio tendría que estar en
posiciones más retrasadas.
En mi humilde opinión, esto es “pan
para hoy y hambre para mañana”. Los buscadores en general, y
Google en particular, no quieren “dejarse engañar”, aunque lo
vistan en la Guía de como un beneficio para tus usuarios:
Aunque en el
título de esta guía aparezcan las palabras "motores de
búsqueda", nos gustaría decir que, ante todo,
debes basar tus decisiones sobre optimización pensando en la mejor
opción para los usuarios que
visitan tu sitio. Son los principales consumidores de tu contenido y
utilizan motores de búsqueda para
encontrarlo. Si te centras demasiado en determinados ajustes para
obtener un buen posicionamiento
en los resultados de búsqueda orgánicos, no podrás ofrecer los
resultados deseados. La
optimización para motores de búsqueda trata de mostrar lo mejor de
tu sitio en los motores de
búsqueda.
En futuras entradas de este blog iremos publicando aquellas prácticas SEO que sí me parecen útiles y razonables.
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